Todos buscamos de manera permanente lucir un piel tersa y bonita, sobre todo la de la cara, pero las arrugas, las ojeras y otras imperfecciones de las que nadie escapa, hacen que no nos veamos tan bien como quisiéramos. Lo bueno es que hay diversos trucos de belleza, y uno muy efectivo es usar hielo en el rostro.
La exposición al sol, la mala alimentación y la contaminación ambiental promueven el envejecimiento prematuro de la piel. Si tenemos alguno de estos problemas, el hielo puede ser nuestro mejor aliado para exhibir un rostro radiante, pues se lo utiliza con una técnica fácil que puede ayudarnos a obtener resultados rápidos.
El hielo, cuando se encuentra perfectamente limpio, puede tener beneficios en la dermis gracias al frío, los mismos van desde cerrar los poros o contrarrestar las arrugas. Gracias a sus efectos sobre la piel, el frio puede ayudar a hidratar, revitalizar y hasta tensar nuestra tu piel.
Cómo utilizar el hielo en el rostro
Para utilizar esta técnica de belleza, hay que seguir tres simples pasos:
- Limpiamos el rostro
- Envolvemos el hielo en una tela o pañuelo. Es importante tener en cuenta que el contacto directo de hielo sobre la piel puede causar quemaduras.
- Damos un masaje sobre el cutis con movimientos circulares
Conviene realizar este proceso una o dos veces al día. El hielo se puede aplicar en la frente, las mejillas, la barbilla, los labios, la nariz, bajo los ojos, en los párpados, en las sienes. Podemos aplicar un humectante después de limpiar el rostro y antes de aplicar el hielo, esto ayuda a proteger y suavizar la piel.
No tiene contraindicaciones, podemos hacerlo varias veces al día, todos los días.
Es importante que evitemos evitar la exposición al sol antes de tratar la piel para evitar quemaduras solares e irritación. Teniendo los cuidados necesarios, se transforma en una técnica maravillosa, ya que no tiene contraindicaciones, podemos hacerlo varias veces al día, todos los días.